FUNDAMENTOS II
Modificar el espíritu mecanicista que impregna nuestro desarrollo académico y entrar en una nueva concepción integracionista del Cielo-Hombre-Tierra o espíritu holístico, sólo es posible a través de la bioenergética, ciencia que estudia las interacciones de la energía sobre la estructura viva.
Por ello, ésta, a nuestro entender, es el puente que permite dicha integración y el cuerpo doctrinal básico e imprescindible para todos aquellos que pretendan ejercer las medicinas vitalistas. Aquellas que consideran a la energía como principio integrador y regulador de toda estructura físico-química y por tanto su cúspide biológica.
Estamos, pues, ante algo trascendente ya que puede aplicarse para curar y mantener la salud que es lo más importante que le puede acaecer al hombre, y por ello debe ser digno de un estudio serio, metódico y lógico.
En el estudio de estas ciencias se produce un fenómeno que captó siempre nuestra atención y que suponemos fue la motivación más importante para su creación.
En términos generales, los colectivos sanitarios occidentales se asoman a la ciencia médica tradicional considerando que en ella se encierran recetas mágicas y métodos milagrosos que le van a permitir tener más posibilidades terapéuticas y progresar en competencia con sus colegas, adquiriendo mayor relieve profesional, social y humano.
Así es efectivamente, por cuanto existen múltiples posibilidades en el diagnóstico, la profilaxis y el tratamiento a través de estas medicinas.
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